Si nos ponemos a pensar qué significó el 2020 en nuestras vidas, o más bien, cuáles fueron las enseñanzas de este año tan complejo, cuesta resumirlos en unos párrafos. Miles de momentos pasan por nuestra memoria al recordar los primeros días de marzo, ingresando a los respectivos Liceos, con el anhelo de continuar con la gran labor y responsabilidad de educar a los futuros técnicos, pero el destino tenía preparado un escenario completamente distinto e inesperado.

De un momento a otro, cada uno de los colaboradores tuvieron que adaptar su lugar de trabajo y transformar sus casas en un salón de clases. Nueve meses han pasado de esto, sin lugar a dudas, pasó lo impensado, algunos partieron, otros tuvieron que adecuarse a las nuevas herramientas de Internet, mientras que la inmensa mayoría se esforzó diariamente en motivar a los estudiantes, buscando la mejor forma para que ninguno se quedara sin el aprendizaje y formación respectiva, pese a los cientos de obstáculos que se fueron presentando en el camino.

Pero nada de esto hubiese sido posible sin el esfuerzo que cada uno de ustedes puso a diario. Hoy, a días de culminar el año, nos sentimos orgullosos por la perseverancia  y constancia que demostraron por motivar a sus alumnos, reinventándose, preocupándose porque cada uno tuviera acceso a la educación y que éstos no decayeran en ningún minuto, con dinámicas, rutinas y momentos imborrables detrás de una pantalla.

En estos momentos estamos separados físicamente y hemos tenido que enfrentar múltiples desafíos para llevar a cabo nuestra labor cotidiana. Gracias a su compromiso desde el primer momento es que hemos podido dar continuidad al quehacer de la Red de Liceos SOFOFA en sus distintos ámbitos, trabajando a distancia e innovando en las formas del aprendizaje y enseñanza. No nos cabe la menor duda del gran profesionalismo, empatía y fortaleza que cada uno de ustedes demostró en este difícil año 2020.